Seguidores

22 oct 2022

Trabajofinal.definitivo.estesí

¿De verdad es amor? ¿De verdad estamos los dos enamorados? ¿Es real? ¿Funciona? ¿Funcionará en el futuro? ¿Será para siempre? ¿Nos veremos más? ¿Viviremos juntos? ¿Llenaremos la casa de fotos nuestras? ¿Nos casaremos? ¿Tendremos hijos? ¿Viajaremos por el mundo? ¿Haremos nuestras más canciones? ¿Seremos felices?

Antes me venían a la mente todas estas preguntas a diario, pero ya no necesito ninguna respuesta.

No es la distancia que nos separaba, no son los largos años que hemos pasado queriéndonos fugazmente, no es la familia que comentaba sobre nosotros, no son las tantas terceras personas que han estado este tiempo en nuestra vida, no es que solo hayas venido una vez a verme, no es que no te plantearas nada, no es que te pasaras de la raya, no es que faltara comunicación, no son las veces que nos hemos roto el corazón el uno al otro, ni siquiera es que no tuviéramos un futuro juntos; al final, lo peor es que todo ha terminado porque

he

dejado

de

quererte.

Y qué pena.

6 mar 2020

Liberación

Cuando tenía cuatro años, me pasó algo que todavía no soy capaz de decir en alto. Alguien que se supone que debía cuidarme, no lo hizo. Y quienes se supone que debían salvarme, no estaban. Y creo que ese es el punto de partida de mi desconfianza hacia el mundo.

No sé confiar, ¿cómo voy a confiar si cuando era pequeña en quienes más confiaba me fallaron? Y por eso me encerré en mí misma, me prometí que la única a la que iba a cuidar era a mí, porque nadie más iba a hacerlo por mí. Y así fueron pasando los años, yo refugiada en mi soledad como único lugar seguro en el mundo y el resto tomándome por alguien frío al que "no han enseñado a repartir amor". Quienes me querían me arrebataron mi dignidad y mi libertad, y con ellas se fueron mis ganas de abrirme a los demás y dar amor.

Hubo una vez alguien que alumbró un poco con su luz mi oscuridad interior y pudo ver algo de lo que pasaba e intentó que esa situación no se repitiera, por eso te convertiste en la persona más importante de mi vida y por eso, a día de hoy, cada vez que me acuerdo de ti lloro, porque me hace mucha falta que me sigas iluminando.

Creo que por eso me gustan tanto las películas románticas, porque en ellas veo unas historias que nada tienen que ver con la mía, pero que ojalá se pareciera lo más mínimo. En ellas la protagonista siempre es capaz de abrirse y dar amor y disfrutar de la persona que quiere y no sentir constantemente que esa persona le va a fallar.

Que todas las personas con las que haya entablado un mínimo de relación íntima estén lejos, creo que no es casualidad, creo que es lo que necesito. Ver a esa persona de vez en cuando, pero mientras hacer mi vida, poder seguir haciendo mi vida y sentir que esa persona no puede interferir en ella, que sigo siendo yo la que controlo lo que me pasa y que sigue habiendo cientos de kilómetros por medio, para tenerlo como excusa antes de que algo salga mal.

Pero, ahora, contigo, todo es diferente. A ti te tengo al lado. Tú has tenido y tienes mucho que ver en mi vida y eso me da miedo, porque no sé si yo voy a seguir teniendo el control. Por eso sigo con cautela, por eso no me quito la coraza, por eso sigo sin dar amor, por eso parece que intento alejarte de mil maneras de mi vida, porque aquí dentro hay mucha oscuridad y tú, que eres todo luz, no te mereces que te apague.

7 oct 2018

What hurts

Hemingway dijo "Write hard and clear about what hurts", así que allá voy.

Llevo unos días con un nudo en el pecho que no sé ni cómo transformar en palabras, pero necesito desahogarme y, como siempre me ha funcionado, voy a probar a escribirlo para intentar liberarme. Voy a plasmar de una vez por todas lo que tanto me ha estado rondando la cabeza y no he querido aceptar por miedo al qué dirán y por miedo a todo el daño que me puedo hacer al exponerme de esta manera, pero no puedo seguir fingiendo que estoy mal y no sé el por qué.

Hace tiempo que la idea me estaba rondando la mente, pero me estaba haciendo la tonta para ver si era verdad que la mancha de mora, con otra verde se quita. Pues bien, he podido comprobar que no, que da igual que intente quitarla con una mora verde, con una naranja o con una sandía, la mancha va a seguir ahí y yo voy a querer que siga ahí, y voy a salir a la calle a lucir orgullosa delante de todo el mundo que un día me acerqué tanto a esa mora que me acabó marcando.

Y, aunque pensaba que no, cada día mi mente me va pidiendo a gritos más a más que me vuelva a acercar a esa mora, que ya que no hay manera de quitarla, que me manche más, que acabe hasta las cejas de mora, que me de la vida pensar que por fin me vuelve a manchar, que por fin se ha vuelto a acercar tanto a mí como deseaba desde que se acercó la última vez.

Me pido a mí misma que lo deje pasar, pero no puedo dejarlo pasar porque es lo que quiero, porque es lo que he querido desde hace años y porque aunque siempre ha salido mal, hay algo dentro de mí que me dice que la próxima vez va a ser la buena, que por fin todo va a salir bien, que la mora se va a instalar en mi vida para siempre y no voy a necesitar ninguna mora verde para quitarla.

31 jul 2017

Perspectiva.

Llevaba meses queriendo olvidar todo lo que vivimos, que me resultase indiferente cruzarme contigo, hacer como si no nos conociésemos, rezaba por que ojalá no hubiéramos intercambiado nunca esa primera mirada, soñaba con no echarte ni de menos ni de más. Pensaba cuándo sería capaz de dejar de escribirte, de pensarte, de acordarme de todos los silencios en los que las sonrisas hablaban por nosotros.

Y, ahora, que por fin logro ver las cosas con un poco de perspectiva, ruego por no olvidar ninguno de nuestros momentos juntos, ninguno de nuestros besos, ninguno de mis escalofríos, ninguno de tus roces, ninguno de los guiños de ojos que me hiciste, ninguno de los "te quiero". No quiero siquiera olvidar los enfados, ni mucho menos las reconciliaciones.

Porque me has enseñado, me has enseñado lo que me gusta y lo que no, me has enseñado lo que quiero y lo que no, me has enseñado lo que me hace feliz y lo que no y, lo más increíble, me has enseñado a querer y a no dejar cabida al odio en mi vida.

Gracias por ser una mano amiga después de todo, por demostrarme cariño, por aparecer y salvarme cuando más oscuro me parece ver todo, por prestarme tu hombro para mi consuelo, por no dejar nunca de recibirme con los brazos abiertos. Gracias por haberme hecho y seguir dejándome que sea tan feliz.

Yo, que hubo un tiempo que quería odiarte y no podía, ahora te pido perdón y te agradezco todo lo que has hecho y sigues haciendo por mí.

Es un placer compartir mi vida contigo.

11 ene 2017

XIX y 20.

No quiero renunciar a tenerte en mi vida, quiero seguir concediéndome el placer de que estés a mi lado para siempre. Quiero que sigas siendo quien mejor me conoce y a quien le cuento todo sin pelos en la lengua. No quiero perderte porque me has enseñado a querer bien, me has demostrado lo bonito de la vida y has hecho siempre lo imposible por hacerme feliz.
Es una locura lo rápido que ha pasado el tiempo, parece que fue ayer cuando te estaba contando que las zapatillas que llevaba en realidad no eran unas Vans verdaderas y mira dónde hemos acabado, quién me diría que unas zapatillas de imitación iban a hacer que encontrase a la mejor persona que puedo tener en mi vida...
Pero, es que desde el principio lo noté, desde los primeros días tuvimos una conexión increíble, parecía que llevábamos toda la vida siendo amigos y lo mismo da que hablemos todos los días o una vez cada mes, porque nunca perdemos la confianza tan bonita que tenemos.
No te imaginas la rabia que me da haber tenido que pasar todos tus cumpleaños lejos de ti, pero te prometo que tarde o temprano un 11 de enero a las 12 de la noche apareceré delante de ti y podremos celebrarlo como te mereces, o al menos lo intentaré, porque te mereces tanto que no sé si voy a ser capaz de dártelo todo.
Por haber seguido ahí después de más de tres años, gracias. Todavía no me creo la suerte que tuve al encontrarte. No sé qué será de mí mañana ni dónde estaré, pero sé que sea como sea, te voy a seguir teniendo toda la vida conmigo.
Felices 20, bobo. Te quiero tanto que hace tiempo que las palabras se me quedaron cortas.
Te debo millones de abrazos, lo sé, pero algún día te los daré todos.

21 dic 2016

Ya está bien de pena.

Esta madrugada en la que la nostalgia viene a verme y antes de que acabe este año siento que tengo que romper del todo contigo para poder empezar el 2017 liberada.

"Vengo a suplicarte,
vengo a rogarte
por favor, que me digas que no
cuando yo te busque,
cuando yo te hable;
no contestes si escuchas mi voz.
Demasiado poco.
Demasiado tarde.
Si no eres capaz de dejarme dejarte te digo,
que esta vez decido
que rompo yo contigo."

No le puedo estar más agradecida a la vida por haberte puesto en mi camino y por haberme puesto finalmente a mí en el tuyo, pero a medida que íbamos andando, nos dábamos cuenta de que el camino se iba estrechando y sólo había sitio para uno, así que decidí dejarte a ti todo el camino y yo andar libremente campo a través.
Quiero que tengas claro que has sido lo mejor que he tenido en mi vida durante un tiempo; y, que ese tiempo haya pasado, no significa que no sigas siendo importante. De verdad quiero que sepas que si alguna vez tienes un problema y necesitas mi ayuda, pídemela sin vergüenza alguna, porque eres una de las pocas persona a las que me podría pasar la vida ayudando sin esperar nada a cambio.
Pero ahora mismo, qué bien me sabe la libertad, cuánto me alegro de haberme alejado de ti, cómo me quiero ahora que he descubierto lo increíble que soy y lo mucho que puedo valer sin necesitar a nadie a mi lado. Después de todo, lo único que puedo hacer es darte las gracias por todo lo que me has enseñado:
que si el amor duele, no es amor; que querer no siempre es poder; que la vida sólo depende de una persona y esa soy yo.

22 nov 2016

Todo lo que nunca pude decirte.

Me encanta que me veas perdida y me agarres la mano con fuerza, que me mires y que con tu sonrisa me des fuerza, porque sabes que nada me engrandece más que tú. Me encanta que me guiñes el ojo cuando me ves a lo lejos rodeada de gente y no quieres molestar. Me encanta cuando te atrapo mirándome y me encanta aún más que me mantengas la mirada. Me encanta que pongas tu mano en mi pierna cuando vamos en el coche y que me pidas que elija yo la música. Me encanta cuando me dices lo mucho que me quieres. Me encanta que te confieses mortal y llores delante de mí. Y me encanta que, cuando peor estás, lo único que quieras sea matarme a abrazos. Me encanta cuando soy yo la que llora delante de ti y me acaricias para calmarme, porque sólo tú puedes hacerlo. Me encanta cuando contamos tres para saltar a la vez al agua y yo no salto, y me encanta que te enfades y vengas corriendo a cogerme en brazos y ahora sí que sí saltar los dos juntos. Me encanta cuando nos pasamos horas hablando por teléfono. Me encanta cuando nos pasamos horas hablando (y lo que no es hablando) por skype. Me encanta que no podamos frenar las ganas. Me encanta cuando después de hacer el amor te quedas a descansar en mi pecho. Me encanta cuando paras de besarme y me miras y me sonríes. Me encanta que sólo tú y yo sepamos lo mucho que nos queremos. Me encanta cuando te sientes vulnerable y tienes miedo de que me vaya. Me encanta que te alegres cada vez que vuelves a verme. Me encanta alegrarme cada vez que te veo volver.