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28 nov 2015

Renovación.

La Real Academia Española define vértigo como "Turbación del juicio, repentina y pasajera", así que me voy a quedar con esa idea. Parece que nos quieren infundir el miedo, nos hacen creer que no podemos llegar a ser quienes queremos ser porque eso da vértigo, porque se sale de los moldes, porque no está bien visto. Lo único que consiguen con todo esto no es sólo que no sepamos quiénes somos, sino que no sepamos tampoco quiénes queremos ser. Y yo, sinceramente, no tengo ni idea de quién soy, pero tengo muy claro quién quiero llegar a ser.
Sartre dijo una vez "no soy lo que soy, y soy lo que no soy" y es con eso con lo que nos tenemos que quedar, tenemos que ser inconformistas, no dejar nunca de intentar alcanzar nuestras metas cueste lo que cueste. Aprender que la vida en compañía es mucho mejor, pero que hacer las cosas solo de vez en cuando también es bonito. Darnos una oportunidad a nosotros mismos, descubrirnos, saber quiénes somos, ser capaces de aprender a pedir perdón y a pedir ayuda siempre que sea necesario, a tener cerca a gente que nos eche una mano para seguir subiendo y de quien tirar cuando se quede atrás.
En cuanto a mí, sé que tengo que aprender a querer bien, y saber que a la primera persona a la que le tengo que decir "te quiero" y que sepa que es verdad, es a mí misma. Tengo que aprender a quererme para poder querer a los demás y para que los demás me puedan querer. Tengo que dejar de hacer daño a las personas que realmente me importan y a las que de verdad me quieren. Por eso he perdido todos los trenes que han pasado, porque no sabía lo que hacía, no era consciente de que en algún momento ese tren iba a arrancar y alejarse de la estación, y así me siento ahora, como una estación vacía. No me he querido lo suficiente para dejar que otra persona pudiera quererme.
Pero no quiero ser una egoísta, no quiero sólo buscar mi bien, quiero que consiguiendo el bien de los que tengo cerca, logre también el mío, ser capaz de ver esa parte buena que todos tenemos e intentar que salga a flote el máximo tiempo posible y darse cuenta de que no tener una pareja de baile, no significa que te tengas que quedar sentado en una esquina sin poder bailar.
Pues bien, atendiendo a lo que dice la RAE, me quedo con que ese vértigo que todos creemos sentir de vez en cuando ante algún gran cambio que se nos avecina, es solamente algo pasajero. Así que, aun sin tener idea de quién soy, tengo muy claro que, aunque nunca haya sido lo mío, lo que quiero llegar a ser es feliz.